Salud mental
Espiritualidad

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Experiencias personales

Cuando tenia cinco años tuve un accidente de bicicleta muy grave en el que me rompí un brazo. Me llevaron al hospital y allí me dijeron que debían operarme. Por la noche, antes de acostarme, recordé lo mucho que sufrió Jesús para que yo ahora mismo viviera y me puse a rezar. Esto me dio muchos ánimos durante la operación y el proceso de recuperación y apoyarme en él me ayudó a recuperarme del todo.

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Después de rezar me siento mejor y más fuerte.

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Cuando era niño, vi una película de terror y esa noche no conciliaba el sueño debido al miedo, así que, recé una oración rápida y pude dormir.

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Mientras rezo, me siento cómodo, a gusto y acompañado gracias a Dios.

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“Diario de gratitud”

Un diario de gratitud es como una forma de dar las gracias por el día. Aunque tengas la sensación de que el día no ha sido demasiado bueno, seguro que encuentras al menos cinco cosas por las que estar agradecido. Por lo tanto, sólo tienes que anotar esas cosas y con este método sabrás que tu día también tiene cosas buenas. Para dar gracias a Dios sólo tienes que encontrar una manera de hablar con Él, que podría ser ir a una  iglesia o simplemente orar por tu cuenta en casa. También puedes hablar con Jesús como un amigo o simplemente tomar «un café con Jesús», donde le cuentes cuáles son tus problemas y Él te ayudará. Además la conexión con la naturaleza es un paso adelante al igual que rezar leyendo la Biblia.

Aquí hemos creado una herramienta interactiva para ti:

Grupos comunitarios

Ningún hombre es una isla.

John Donne

Esta famosa cita nos recuerda que estamos aquí los unos para los otros. Esto se aplica especialmente en las comunidades cristianas, porque Dios ha creado al hombre para el compañerismo. Aunque tener una oración personal y una relación con Dios es una parte esencial de nuestra vida en la fe, formar parte de una comunidad o grupo de oración nos da aún más fuerza para superar los obstáculos de nuestra vida. He aquí algunos consejos que podéis seguir en vuestras pequeñas comunidades de oración:

  • Compartir experiencias: consejos para los demás, ánimo, ayuda mutua
  • Rezar: usar tus propias palabras para expresar la adoración, cantar, bailar para la gloria de Dios
  • Hacer voluntariado juntos: ayudar a los demás te da la validación de que eres especial e importante
  • Estudios bíblicos: leed y reflexionad juntos sobre los textos bíblicos. Verás cómo te identificas con muchos personajes bíblicos.
  • Invita a alguien para que te dé una conferencia sobre un tema concreto. Dejaos animar por una persona que pueda dar testimonio de cómo actúa Dios en su vida.
  • Vayan juntos a la iglesia. A veces no nos apetece ir a la iglesia por muchas razones. Intenta ir en grupo, puede que te ayude a encontrar una nueva relación con el lugar sagrado.

Otros consejos

  • Conectar con la naturaleza: Ir de excursión, pasear por la naturaleza y alabar a Dios por toda la creación. No se trata simplemente de admirar la naturaleza, sino de admirar a quien nos la ha dado a todos, dándonos cuenta de cómo nos ama.
  • «Tomar café con Jesús»: sentarse y hablar con Jesús como con un amigo. Imagina que Él está sentado a tu lado y está dispuesto a escuchar lo que quieras contarle.
  • «Un minuto de pausa»: busca algún momento durante el día (al menos dos o tres veces) para desconectar y desapegarte de todo. Cerrando los ojos date cuenta de la presencia de Dios, de que siempre está contigo. Ofrécele todo, por ejemplo «Jesús, te lo doy todo y a todos». Quédate con Él durante 1-2 minutos y luego continúa con tu día. Una aplicación móvil muy útil es «Pausa de un minuto»:

Enlaces para saber más